martes, 4 de septiembre de 2007

Immanuel Kant

Immanuel Kant (22 de abril de 1724 - 12 de febrero de 1804) fue un filósofo alemán.






Biografía

Nació y vivió en Königsberg, Prusia oriental; actualmente, Kaliningrado, Rusia. Hijo de un modesto guarnicionero, Kant fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista de Leibniz y Wolff, y le imbuyó el interés por la ciencia natural, en particular por la mecánica de Newton.

Su existencia transcurrió prácticamente por entero en su ciudad natal, de la que Kant no llegó a alejarse más que un centenar de kilómetros cuando residió por unos meses en Arnsdorf como preceptor, actividad a la cual se dedicó para ganarse el sustento después de la muerte de su padre, en 1746.

Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, Kant ejerció en ella la docencia y en 1770, después de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber rechazado ofrecimientos de otras universidades, por último fue nombrado catedrático ordinario de Lógica y Metafísica.

La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto que llegó a convertirse en una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.

Pensamiento

En el pensamiento de Kant suele distinguirse un período inicial, denominado precrítico, caracterizado por su apego a la metafísica racionalista de Wolff y su interés por la física de Newton. En 1770, tras la obtención de la cátedra, se abrió un lapso de diez años de silencio durante los que acometió la tarea de construir su nueva filosofía crítica, después de que el contacto con el empirismo escéptico de David Hume le permitiera, según sus propias palabras, «despertar del sueño dogmático».

En 1781 se abrió el segundo período en la obra kantiana, al aparecer finalmente la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), en la que trata de fundamentar el conocimiento humano y fijar asimismo sus límites; el giro copernicano que pretendía imprimir a la filosofía consistía en concebir el conocimiento como trascendental, es decir, estructurado a partir de una serie de principios a priori impuestos por el sujeto que permiten ordenar la experiencia procedente de los sentidos; resultado de la intervención del entendimiento humano son los fenómenos, mientras que la cosa en sí (el noúmeno) es por definición incognoscible.

La estatua de Kant en Kaliningrado

La estatua de Kant en Kaliningrado


La crítica de la razón pura intenta descubrir las condiciones de posibilidad de los juicios sintéticos a priori. Se ha de saber que llama "juicios analíticos" a aquellos en los que el predicado está contenido en el sujeto y "juicios sintéticos", a los que el predicado aporta información que no está contenida en el sujeto. La indicación a priori quiere decir que no dependen de la experiencia. Tales juicios tienen valor universal y necesario. Kant hace ver que tales juicios sintéticos a priori son posibles y de hecho se realizan en el ámbito de las matemáticas y de la física pero no en la metafísica (dadas las eternas discusiones en las que se metían los practicantes de esa disciplina). Ahora bien, el objetivo de esta crítica será entonces mostrar a través de la investigación en cada una de las facultades cognoscitivas del hombre, cómo sea posible y en qué sentido una metafísica. No está de más decir, que tal intento, como el mismo Kant reconoce, fue abordado debido a la crítica de la inducción llevada a cabo por los empiristas en especial David Hume y que con la aclaración de que todo lo universal y necesario no puede venir del objeto sino más bien del sujeto, se fundamentó nuevamente la posibilidad de la inducción científica.

El sistema fue desarrollado posteriormente por Kant en su Crítica de la razón práctica (Kritik der praktischen Vernunft), donde establece la necesidad de un principio moral a priori, el llamado imperativo categórico, (compuesto de principios o leyes prácticas que ordenan una determinada conducta con independencia de la materia de la acción y de sus efectos). En la moral, el hombre debe actuar como si fuese libre, aunque no sea posible demostrar teóricamente la existencia de esa libertad. El fundamento último de la moral procede de la tendencia humana hacia ella y tiene su origen en el carácter a su vez nouménico del hombre.

Kant trató de unificar ambas Críticas con una tercera, la Crítica del juicio (Kritik der Urteilskraft), que estudia el llamado goce estético y la finalidad en el campo de la naturaleza. Cuando en la posición de fin interviene el hombre, el juicio es estético; cuando el fin está en función de la naturaleza y su orden peculiar, el juicio es teleológico. En ambos casos cabe hablar de una desconocida raíz común, vinculada a la idea de libertad.

Él acuñó la frase "Sapere aude" (Atreverse a conocer), en el ensayo, "¿Qué es la Ilustración?", uno de sus ensayos básicos.

A pesar de su carácter oscuro y hermético, los textos de Kant operaron una verdadera revolución en la filosofía posterior, cuyos efectos llegan hasta la actualidad.

Ética de Kant

Kant se caracterizó por la búsqueda de una ética o principios con el carácter de universalidad que posee la ciencia. Para la consecución de dichos principios Kant separó las éticas en: éticas materiales( todas las anteriores a él ) y éticas formales ( ética de kant ). Este nuevo planteamiento acerca de la ética hace de Kant el padre de la filosofía moderna. La razón teórica formula juicios frente a la razón práctica que formula imperativos.Estos serán los pilares en los que se fundamenta la ética formal kantiana. La ética debe ser universal y por tanto vacía de contenido empírico, pues de la experiencia no se puede extraer conocimiento universal. Debe, además, ser a priori, es decir, anterior a la experiencia y autónoma , esto es , que la ley le viene dado desde dentro del propio individuo y no desde fuera. Los imperativos de esta ley deben ser categóricos y no hipotéticos que son del tipo "Si quieres A, haz B". En contraposición a la ética a kant se encuentra la ética de Sto Tomás de Aquino. Es una ética material y por tanto heterónoma (la ley viene dada por Dios ) e hipotética en sus imperativos.

El imperativo Categórico tiene tres formulaciones:

  1. " Obra sólo según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal".
  2. " Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca meramente como un medio".
  3. " Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse ley universal de la naturaleza".

Kant sintetiza su pensamiento ético en la contestacion a 4 preguntas: ¿ qué debo hacer ?, ¿ qué puedo conocer ?, ¿ que puedo esperar ?, ¿ qué es el hombre ?

Kant concluye su estudio epistemológico haciendo especial hincapié en la importancia del deber que es donde reside la virtud de toda accion. Al hacer coincidir la máxima de cualquier acción con la ley práctica, el ser humano habrá encontrado el principio objetivo e universal del obrar.

Obras

  • Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft, 1781), Ed. Alfaguara, Madrid, 1978. Trad. , Prólogo, Notas e Índices de Pedro Ribas.
  • Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft, 1781), Ed. Porrúa, México, 1972. Trad. de Manuel García Morente y Manuel Fernández Núñez. Estudio introductivo y análisis de la obra por Francisco Larroyo.
  • Fundamentación de la metafísica de las costumbres (Grundlegung zur Metaphysik der Sitten, 1785), Ed. Espasa-Calpe, Madrid, segunda ed., 1963. Trad. de Manuel García Morente.
    • Existe una traducción más moderna de esta obra, también editada por Espasa-Calpe, a cargo de Luis Martínez de Velasco.
  • Crítica de la razón práctica (Kritik der praktischen Vernunft, 1788), Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1975. Trad. de Emilio Miñana y Villagrasa y Manuel García Morente.
  • Crítica de la razón práctica (Kritik der praktischen Vernunft, 1788), Ediciones de la Universidad Autónoma Metropolitana / Grupo Editorial Miguel Angel Porrúa, México, 2001. Trad., Estudio introductorio, Notas e Índice analítico de Dulce María Granja Castro. Edición bilingüe alemán-español.
  • Crítica del juicio (Kritik der Urteilskraft, 1790), Ed. Espasa-Calpe, Madrid, 1977. Trad. de Manuel García Morente.
    • Existe una traducción castellana más reciente de esta obra: Crítica del discernimiento, edición de Roberto R. Aramayo y Salvador Mas, A. Machado Libros, Madrid, 2003.
  • ¿Qué es Ilustración?: y otros escritos de ética, política y filosofía de la historia / edición de Roberto R. Aramayo.-- Madrid : Alianza, 2004.
  • Historia general de la naturaleza y teoría del cielo (Allgemeine Naturgeschichte und Theorie des Himmels, 1755)
  • Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia (Prolegomena zu einer jeden künftigen Metaphysik, die als Wissenschaft wird auftreten können, 1783)
  • Principios metafísicos de la ciencia natural (Metaphysische Anfangsgründe der Naturwissenschaft, 1786)
  • La religión dentro de los límites de la mera razón (Die Religion innerhalb der Grenzen der blossen Vernunft, 1793)
  • Para la paz perpetua (Zum ewigen Frieden, ein philosophischer Entwurf, 1795)
  • El conflicto de las facultades (Der Streit der Fakultäten, 1798)
  • Sus últimos escritos no publicados son recogidos bajo el título Transición desde los primeros fundamentos metafísicos de la ciencia natural a la Física, y publicados en 1888. En 1920, se publicaron como Opus postumum

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